Atrapado

Aunque ya no trabajaba como sommelier de aquel restaurante, su paladar necesitaba continuar degustando la acostumbrada bebida; su cuerpo lo peda a gritos, sus manos sudaban cuando se abstena, lo que se convirti en un hbito para su vida, algo que con el transcurrir del tiempo ya no poda controlar y que pronto se convirti en su amigo inseparable, que lo acompaaba a cualquier lugar sin importar la ho...