A ningún dictador le bastan el miedo y la violencia para gobernar: estas estrategias pueden resultar indispensables para alcanzar el poder e incluso para mantenerlo durante un tiempo, pero no suelen ser efectivas a largo plazo.
Probablemente lo que vuelva —lo que siga volviendo— a Joyce tan contemporáneo y tan actual, sea que mientras el mundo siga teniendo maneras burguesas, esas módicas sociedades y logias secretas y no tan secretas tendrán los visos ordinarios, prepotentes y mezquinos —provincianos, religiosos y algo nacionalistas— que Joyce supo escribir a inicios del siglo xx en Dublineses.
Las esperanzas de la democracia y del pacifismo se ha arruinado por el autoritarismo: ¿hay algún ámbito de la vida que no se haya visto envenenado por este fracaso?