La epidemia de fiebre amarilla que surgió en 2002 en los territorios del Catatumbo nortesantandereano y que se expandió en 2004 hacia la Sierra Nevada de Santa Marta generó protestas desde distintos sectores sociales y cuestionamientos a la Ley 100 de 1993 que ha regido el sector salud del país en medio de grandes controversias.